Barcelona, la dolce vita elegida (también) por los italianos
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Barcelona se ha convertido en El Dorado para los jóvenes italianos que sueñan con ir a otro lugar sin alejarse demasiado de casa. Entre similitudes culturales y oportunidades profesionales, los motivos de su expatriación son numerosos. Descifrado.
20.30 horas en Barcelona. A la hora de comer y en busca de restaurante, entre la infinidad de ofertas de tapas, es imprescindible otro tipo de establecimiento. Luces de neón verde, blanco y rojo y carteles que proclaman «Trattoria Italiana», «Da Nanni, pizzería Napoletana», «Sartoria Panatieri Italiana», los restaurantes italianos abundan aquí y son definitivamente populares.
Es en Barcelona donde puedes encontrar el mejor panettone del mundo (sin contar Italia) así como la mejor pizzería de España. Sin embargo, los italianos, que son sólo la séptima población más representada de la ciudad catalana, están por todas partes y se han apoderado con éxito de la ciudad.
Si no puedes cruzar la ciudad sin escuchar hablar italiano, probablemente sea porque allí viven unas 20.000 personas, según cifras del ayuntamiento (sin contar a los argentinos con pasaporte italiano). Con edades comprendidas entre 20 y 45 años, representan el 15% -o la mayoría- de la población italiana que emigra a España, nos dice Juan Galeano, doctor en demografía del Centro Demográfico de Barcelona.
explica Tatiana, una italiana de Taglio di Po, en Véneto, que vino a vivir a Barcelona hace 5 años. Tatiana tiene 30 años, trabaja en marketing en una empresa inglesa y vive en Gràcia. Habiendo llegado, no se ve marchar por el momento.
Como ella, muchos italianos creen que Barcelona es perfecta. Vienen allí por la proximidad geográfica, por el aeropuerto, muy bien comunicado con su país, y por el mar, que les recuerda a su Italia natal.
Una proximidad geográfica unida a una cultura similar, particularmente gastronómica. continúa Tatiana, encantada de poder encontrar sus productos favoritos en las numerosas tiendas de alimentación italianas de la ciudad.
A pesar de esta gran comunidad, en Barcelona no existe una “Pequeña Italia”, explica Juan Galeano. analiza el experto. Probablemente porque su cultura es tan parecida a la española que los italianos no sienten la necesidad de formar un grupo propio.
Huyendo de una cultura laboral
Una integración necesaria sobre todo para integrarse en la Barcelona económica, otro argumento importante de la emigración italiana. Son jóvenes italianos que viven y trabajan en Barcelona”, explica de nuevo Juan Galego. Están huyendo, dice Giovanni, de 29 años, que llegó desde Desenzano del Garda (en el norte del país) a Barcelona hace dos meses después de pasar tres años en Lisboa como ejecutivo de Uber.
Para él, lo que realmente plantea un problema en Italia es la gran dificultad para crear allí empresas emergentes. Una imposibilidad que expulsa al talento del país para no regresar jamás. En los últimos dos años, 100.000 jóvenes han abandonado Italia y sólo un tercio ha regresado, según el periódico italiano La Stampa. En España, por el contrario, y particularmente en Barcelona, las start-ups son bienvenidas y hay numerosos inversores.
Otra espina clavada en la bota de Italia: la política actual. Liderado por Giorgia Meloni, el gobierno de extrema derecha aplica una política conservadora que no necesariamente atrae a los jóvenes, o al menos no a Tatiana y Giovanni. Y aunque la ideología del ejecutivo no tiene un impacto directo en las creencias de estos dos jóvenes expatriados, .
