Encaramado sobre un espectacular acantilado basáltico de 50 metros de altura y casi un kilómetro de longitud, el pequeño pueblo de Castellfollit de la Roca no te deja indiferente. Situado en la provincia de Girona, a 1h30 en coche de Barcelona, ​​el pueblo catalán es, cuanto menos, una idea de escapada inusual.

Castellfollit de la Roca es uno de los pueblos más pintorescos de Cataluña. Es uno de los municipios más pequeños de España, con 1.000 habitantes en menos de un kilómetro cuadrado. La silueta de la ciudad se perfila sobre una inmensa roca basáltica, con sus casas situadas al borde del precipicio y el campanario de la iglesia de Sant Salvador que data del siglo XIII. Es uno de los lugares más fotografiados y pintados del país.

Con una ubicación espectacular y suspendido a 50 metros de altura, Castelfollit es un magnífico mirador natural, que ofrece vistas de los valles de Fluvià y Toronell. Es la puerta de entrada a uno de los espacios verdes más importantes de Cataluña: el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Un territorio único en la Península Ibérica donde las coladas de lava han dado forma a una región de inmensa belleza.

Siglos de historia a través de la naturaleza y la arquitectura

Un paisaje de postal, Castellfollit de la Roca ofrece a sus visitantes lugares que invitan a la desconexión. El casco antiguo de origen medieval está formado por plazas y calles estrechas y sombreadas. Son típicos los caminos medievales, con suelos empedrados y casas de piedra volcánica a los lados.

La visita puede comenzar por la Plaça de Catalunya y continuar por las calles del casco antiguo. Conducen a la plaza Josep Pla, ofreciendo una panorámica impresionante desde su mirador. También merecen la pena otras dos visitas obligadas, la iglesia de Sant Salvador y el campanario de Sant Roc, donde nuevamente es posible admirar una vista.

En el pueblo no hay tiendas de souvenirs ni otros comercios por el estilo, porque aunque es un lugar muy visitado y suele haber gente, el lugar se ha mantenido auténtico. Más sorprendentemente, en Castellfollit de la Roca hay dos museos que no tienen conexión entre sí. Se trata del Museo de Vietnam, único en Europa, alberga todo tipo de documentos, fotografías, armas, vestimenta y banderas del conflicto armado más sangriento de la segunda mitad del siglo XX. Además, al lado del ayuntamiento se encuentra el museo (gratuito) del embutido, donde podrás conocer más sobre su elaboración y disfrutar de una degustación.

Admira la ciudad desde abajo

Después de una caminata de unos 15 minutos, después de haber atravesado una zona de esclusas, canales y huertos de los habitantes, la vista será impresionante. Debajo del pueblo, es el lugar ideal para contemplar el tamaño del acantilado, de más de 200.000 años y moldeado por las aguas de los ríos Fluvià y Toronell. Castellfollit de la Roca es, por tanto, una parada obligada para cualquiera que visite los famosos volcanes de la Garrotxa, perfecta para completar una visita y así comprender mejor este espectacular fenómeno natural.

Pueblo catalán Castellfollit de la Roca – Información práctica

DIRECCIÓN : 17856 Castellfollit de la Roca, Girona

Transporte : 1h40 en coche desde Barcelona