panadería francesa barcelona

Croissants españoles cubiertos de gelatina: el motivo

Irreconocible para un francés recién llegado a tierras barcelonesas, el croissant español no tiene nada que ver con su homólogo francés. ¿Pero por qué?

Si los dos países comparten una frontera y una pasión salvaje por el fútbol, ​​no ocurre lo mismo con sus conocimientos gastronómicos. La media luna, emblema mundial de Francia, es copiada en todas partes, pero muy pocas veces igualada, y España lo muestra maravillosamente.

Un croissant “pegajoso y gelatinoso”

Si la tradición dicta que el croissant quede crujiente por fuera y esponjoso por dentro, las panaderías españolas, más precisamente en Barcelona, ​​no siempre aplican esta regla. En cambio, el exterior es pegajoso, cubierto de almíbar o gelatina, y el interior es dulce, a veces relleno de chocolate.

Para comprender mejor esta diferencia, volvamos a lo básico.
Los ingredientes utilizados no son los mismos. El croissant azul, blanco y rojo apuesta por la mantequilla, por lo que el producto inicialmente tiene más sabor. En España la materia prima suele ser margarina o manteca de cerdo, un tipo de grasa del cerdo. “”, explica el equipo de la panadería francesa Bo&Mie. Por eso los panaderos compensan añadiendo azúcar, alrededor, en forma de almíbar o gelatina, y por dentro, con nata o chocolate. Sin embargo, algunos artesanos españoles son muy buenos haciendo croissants de mantequilla, pero siguen siendo pocos.

lo visual

Además del sabor, lo visual también es diferente de un país a otro. En la nación de la baguette, el croissant es ligeramente dorado, sin artificios. Para ello, nada mejor que pintar con un huevo justo antes de hornear, como en el caso de las tartas por ejemplo. Pero al otro lado de los Pirineos”, afirma la panadería con sede en Barcelona.

Según ellos, Francia tiene más dominio en la elaboración del croissant, pero más ampliamente en la repostería, debido a su histórica tradición panadera. De hecho, las materias primas son más ricas y a menudo de mejor calidad, pero España también sabe distinguirse con sus “chocolates napolitanas” y muchos otros.

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