En Barcelona el aire acondicionado no (sólo) nos hace bien a nosotros
El aire acondicionado es sin duda uno de los aliados del verano y nos costaría vivir sin él. Sin embargo, es muy perjudicial para el medio ambiente y, en ocasiones, peligroso para la salud.
Cuando lleguen los 30 grados, no se puede prescindir del aire acondicionado. En Barcelona, con olas de calor recurrentes y un clima estival especialmente duro que mezcla alta humedad y temperaturas extremas, el aire acondicionado ya no es un confort sino una necesidad. Sin embargo, esta máquina mágica que nos ha renovado desde su invención en Estados Unidos en 1902 tiene muchos fallos.
¿Cómo funciona un aire acondicionado? Atrae aire caliente a la habitación y lo libera al exterior, mientras que el aire exterior pasa a través de un refrigerante y regresa a nosotros con grados menos. El problema es que al liberar aire caliente a la atmósfera, calentamos la temperatura exterior, lo que nos incita a encender el aire acondicionado, lo que aumenta la temperatura exterior… En definitiva, es un círculo vicioso. Por poner un ejemplo, si durante la ola de calor que azotó París en 2003 no hubiera habido ninguna máquina en funcionamiento, la temperatura nocturna habría sido 1,5 grados más baja.
Y la situación no va a mejorar. Con diez aparatos de aire acondicionado vendidos por segundo en el mundo, habrá 6 mil millones en 2050. Debido al calentamiento global, los países que actualmente se salvan del calor comenzarán a usar aire acondicionado, lo que calentará aún más la atmósfera, colocando a nuevos países en el mercado. los rojos que ellos mismos comprarán dispositivos… La serpiente se muerde la cola.
Gases de efecto invernadero y efectos sobre la salud
Este calentamiento del aire no es el único vicio vinculado al aire acondicionado. Cuando un dispositivo se daña, los refrigerantes que contiene pueden escaparse y volverse dañinos. En primer lugar, son en parte responsables de la extensión del agujero en la capa de ozono. Por otro lado, se trata de gases de efecto invernadero que una vez más contribuyen al calentamiento global.
Los dispositivos dañados también pueden tener efectos a corto plazo en nuestra salud, explica el Dr. Emanuly, médico general de Barcelona: Sin embargo, todo esto se puede evitar limpiando y revisando periódicamente sus dispositivos, asegura el médico.
Otro problema es que el consumo de energía de estos dispositivos es gigantesco. Por ejemplo, en 2016, Estados Unidos consumió 616 TWh para sus aires acondicionados, casi el equivalente a lo que todo el continente africano utiliza para todo su gasto energético. Y para colmo, esta energía es, por supuesto, fósil, lo que también influye en el calentamiento global.
¿Qué soluciones?
A pesar de estos defectos, el aire acondicionado es una herramienta sin la cual ya no podemos vivir adecuadamente. Su invento permitió, entre otras cosas, mejorar las condiciones de trabajo, especialmente en las fábricas, el buen funcionamiento de nuestros servidores que permiten el acceso a Internet, la reducción de la tasa de mortalidad relacionada con el calor y permitió que ciertas regiones inhabitables como Dubai, por ejemplo, por ejemplo, para dar cabida a las poblaciones.
En este caso, ¿qué soluciones pueden seguir enfriando el aire sin empeorar la crisis medioambiental? Según la Agencia Internacional de Energía, en un informe publicado en julio de 2023, es más que urgente.
En concreto, esto implicaría ajustar el consumo de energía en función de la demanda de electricidad en tiempo real o imponer estándares mínimos de rendimiento energético (NMPE) a los proveedores y etiquetas que indiquen la eficiencia energética de los electrodomésticos. Estas medidas deben tomarse urgentemente, afirma el organismo internacional.