Franceses en Barcelona desde hace años, pero todavía extranjeros: la barrera del idioma
1
Aprender el idioma de Cervantes no es necesariamente fácil, incluso cuando llevas mucho tiempo expatriado en España. Por elección o por obligación, algunos franceses en Barcelona no hablan español y se sienten turistas de larga duración. Testimonios.
pregunta Marie, 34 años, que vive en el barrio del Hospital Clínic desde hace 2 años. El que dice supone que ella no dio todo por aprender el idioma cuando llegó aquí. Sin ganas, sin tiempo ni necesariamente necesidad, el tiempo ha pasado, y dos años después de su llegada, todavía se siente como una turista que va a comprar pan a su barrio. Un sentimiento que suelen compartir quienes sólo permanecen en la capital del condado entre 1 y 5 años: en 2022, el 50% de ellos lo fueron en este caso, según cifras del ayuntamiento.
Y es en gran medida este lado efímero de la expatriación lo que empuja a los franceses en Barcelona a limitarse a hablar su francés o inglés nativo, dos idiomas populares en la capital catalana.
Popular pero no todopoderoso, dice David*, propietario de varios pisos en Sant Antoni y que vive en España la mitad del año desde 2014, explica este padre de una hija de 4 años, que además testifica que no alquila su vivienda sólo para franceses.
Menos bilingüismo: ¿más dinero gastado? Al parecer, continúa el empresario lionés, que también muestra cierto rechazo hacia él por parte de los habitantes de su barrio: “.
Finalmente, cuando amas no cuentas, y a pesar de estos gastos adicionales, David, un gran entusiasta de la lengua y la cultura hispana, planea establecerse aquí a tiempo completo algún día. Cuando lo haga, estará completamente decidido a volverse bilingüe, nos dice con convicción. El afecto por una nueva lengua o cultura como la de David es condición sine qua non para aprender bien, y María es testigo de ello.
Lea también: 5 consejos para hablar y aprender español en Barcelona
La parisina había realizado con éxito su primera expatriación a Irlanda a los 27 años, donde aprendió con alegría el idioma. Cuando llegó a Barcelona la receta mágica no se renovó, dice
El rechazo es una reacción normal ante lo desconocido: cuando sucede algo nuevo, el primer reflejo es el de miedo y luego el de rechazo. Fue al conocer mejor la cultura hispana que Marie empezó a apreciarla:Hoy eso ha cambiado, tengo lo básico así que cuando escucho a la gente hablar me gusta, escucho y trato de entender. METROLa mentalidad es otra, me digo que es bueno, mantiene el cerebro, y me quede 6 meses o 10 años siempre será útil. Tienes que motivarte, aunque al principio te resulte frustrante”. Aún necesitas tener a alguien con quien hablar en español. Porque esa es la preocupación de los expatriados: salir del círculo francófono.