Socorristas marítimos de Barcelona

La vigilancia de las playas de Barcelona en crisis

En Barcelona, ​​los 80 socorristas marítimos luchan desde entonces para salvar “precisamente” la vida de los bañistas. A mediados de mayo se anunció una huelga que dejó a deportistas, nadadores y turistas sin supervisión. ¿Ganarán los rescatistas su caso? Respuesta en diez días.

“Rescatadores en lucha”. “Imprescindible en agosto, inexistente en octubre”. “Playa sin humo sí, sin socorristas no”. Esto es lo que se pudo leer a principios de semana sobre las icónicas estaciones de socorrismo blancas y naranjas de las playas de Barcelona. El martes 16 de mayo, los socorristas marítimos sindicalizados también se reunieron en la plaza del ayuntamiento para expresar su enfado y marcar el inicio de una huelga. Una ausencia que, según ellos, provocaría, sin embargo, como escriben en grandes letras en blanco y negro: Bueno, sí: la de los empleados.

Porque si este eslogan pretende ser tan provocador es porque desde hace diez años, los 80 socorristas de Barcelona luchan por mejores condiciones laborales. Un salario digno, horas extras pagadas y sobre todo una renovación del modelo de gestión. Se queja Anna Cirera, portavoz del sindicato CGT de socorristas marítimos de Barcelona, ​​que inició la manifestación. La última sociedad gestora se llama Aunar Group. Esto respondió a la licitación pública del ayuntamiento en 2020, para un contrato de tres años, renovable por un año. Pero este último año de bonificación no verá la luz.

10 días de paliza concedidos al ayuntamiento

Tras la reunión del 16 de mayo entre los huelguistas y el ayuntamiento, la ciudad de Barcelona tiene diez días para buscar urgentemente otra empresa. añade Anna Cirera, que confirma la suspensión de la huelga. El primer reclamo: recibir el sueldo de la última quincena de abril. Los socorristas no cobraron su primer sueldo de la temporada -que va desde Semana Santa hasta finales de septiembre- debido a las dificultades económicas del grupo. La segunda: beneficiarse de equipos de protección personal, adecuados al puesto que se desempeña. Ya sea en la enfermería, en un bote de rescate o en el puesto de control.

Socorristas marítimos de Barcelona

CGT Socorristas Barcelona

Si se cumplen estas dos condiciones en los próximos diez días, los nadadores del Mediterráneo podrán encontrar a sus ángeles de la guarda, sin sombra en la tabla. Porque su trabajo es pasión: sobre todo, esperan proteger a los barceloneses. Pero al precio justo y bajo una gestión más supervisada. Como recordatorio, ninguna regulación define el sector. Sólo la ley de costas de 1988 establece algunos límites, sin prohibir la subcontratación. ¿Qué pasaría si la vigilancia de los bañistas obtuviera el estatus de servicio público que merece? Más de una cosa queda por salvar en el litoral barcelonés.