Por qué el bidé ha sobrevivido en España
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Equipamiento imprescindible en los baños españoles, el bidé es casi inexistente en Francia. Una inconsistencia, cuando sabemos que este invento es… francés.
Es un artefacto extraño para los franceses. Pero un mueble bastante común para los españoles. El bidé es una forma de distinguir entre baños españoles y franceses: casi sistemático en España, es casi imposible de encontrar en Francia.
Se podría pensar que esta diferencia cultural (e higiénica) se debe al origen de este invento. Y, sin embargo, es todo lo contrario: el bidé es francés. Pero la historia ha decidido otra cosa.
Bidé obligatorio en España
Para las personas no acostumbradas que todavía no saben utilizar el bidé, no, no sirve para lavarse los pies sino las partes íntimas, después de ir al baño, por ejemplo. Aunque este equipo no es común en Francia, todavía está muy extendido en España, pero también en Italia, Portugal, Grecia e incluso en determinados países latinoamericanos (Argentina, Uruguay, Paraguay, etc.).
No siempre ha sido un imprescindible en los baños españoles; No lo fue hasta los años 60, en plena dictadura, y se consideró un auténtico mueble de lujo, afirma el diario aragonés El Heraldo. El bidé se convirtió en una norma en las décadas de 1970 y 1980 en la vivienda española, siendo obligatorio en pisos de cuatro o más dormitorios dependientes del sistema oficial de protección pública, un tipo de vivienda muy extendida en la época, según informa el diario cinco dias.
Algunas viviendas sociales entre 1976 y 1978, por ejemplo, debían tener un bidé en el baño. Se impone en determinados hoteles, como los de lujo desde 1968, y los de cuatro estrellas desde 1983; Por ello, tener un bidé en el baño era muy común en los hoteles españoles de los años 80. Normas similares también existían en Portugal e Italia, lo que explica que este equipamiento siga siendo popular en estos países hoy en día.
Pero después de la década de 1980, los españoles rechazaron cada vez más el bidé. Ocupa espacio en el baño, cuando podría sustituirse por una simple ducha, y encarece la construcción de nuevas viviendas. Desaparece paulatinamente, ya que: venta Los bidés cayeron un 60% entre 2010 y 2020.
Un invento azul-blanco-rojo
Al otro lado de los Pirineos ocurre todo lo contrario: hoy en día es difícil encontrar un bidé. Una situación tanto más sorprendente cuanto que el bidé nació en Francia a finales del siglo XVII.
La palabra “bidet” hace referencia a una raza de caballo similar al pony, hoy extinto, que en aquella época montaban damas y niños nobles para dar un paseo. La invención toma por tanto el nombre del animal, en referencia a la forma de sentarse que tiene, se refiere geografía nacional.
Si los médicos franceses del siglo XVII no recomendaban bañarse demasiado, el bidé al menos permitía lavar las partes íntimas. Pero también tenía otro uso, hoy desaparecido: se utilizaba tras las relaciones sexuales, para evitar infecciones o embarazos no deseados, en mujeres… aunque la eficacia de este “anticonceptivo” es muy dudosa.
El uso del bidé, popularizado en particular por grandes personalidades como Madame de Pompadour o Napoleón, extendió la práctica a las clases nobles y ricas del siglo XVIII. Tenga en cuenta que en ese momento el bidé no estaba ubicado en el baño, sino en el dormitorio.
El bidé, ¿un “anticonceptivo”?
Debido a su uso “anticonceptivo”, el bidé es mal vistoEn Francia. Se asocia a mujeres de mala moral, que lo utilizan para evitar el embarazo tras una relación fuera del matrimonio. Combinado con el hecho de que las prostitutas también usaban bidés por la misma razón, este equipo no goza de buena reputación y está mal visto por la Iglesia. La aparición de la ducha gracias al agua corriente en los hogares va borrando paulatinamente el bidé del mobiliario y de las costumbres higiénicas de las familias francesas, hasta el punto de hacerlo casi inexistente en la actualidad.
Sin embargo, el bidé no desaparece del todo. Por un lado, los médicos recomiendan su uso adecuado, porque esta práctica sigue siendo más higiénica que el papel higiénico.
Pero también es una buena manera de ahorrar papel. La pandemia de Covid-19 hizo que el bidé volviera a estar en primer plano en marzo de 2020. Si bien en los supermercados occidentales se sentía el temor a la escasez de papel higiénico, la palabra “bidet” experimentó un explosión Búsquedas en Google (1.000%), especialmente en España. No, entonces este no es el final del bidé.