Notre Dame de París

Por qué ningún líder español acudió a la reapertura de Notre-Dame de París

Líderes de todo el mundo viajaron a París el sábado para la reapertura de la Catedral de París. España brilló por su ausencia.

Donald Trump, el gran duque Enrique de Luxemburgo, el rey Felipe de Bélgica, la reina Sonia de Noruega, Volodymyr Zelensky, el príncipe Alberto de Mónaco e incluso los presidentes de Alemania, Italia, Polonia, Croacia, Grecia… La capital francesa acogió a varias decenas de cabezas. de Estado de todo el mundo este fin de semana para celebrar el renacimiento de Notre-Dame de París. Algunos jefes de gobierno o miembros de la familia real también representaron a su país, y estuvieron presentes todos los grandes personajes de este mundo. Todos, excepto España, el único gran país del mundo que no ha enviado a nadie.

El Ministerio de Cultura y la pareja real rechazaron la invitación de Emmanuel Macron. Ningún miembro de la familia real ni ningún miembro del gobierno visitó el sitio. Y realmente no se ha comunicado ninguna justificación, salvo el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que invocó un , y estuvo el sábado en un espectáculo de circo en Madrid.

El silencio tanto del jefe de Estado, el rey Felipe VI, como del gobierno es cuanto menos inquietante. Ninguno de ellos tuvo nunca la intención de ir a Notre-Dame porque el evento nunca estuvo incluido en la agenda oficial. Pero cuando sabemos que las visitas oficiales de la familia real deben ser aprobadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la razón política parece obvia. Una sospecha confirmada por el hecho de que no se solicitó que la Casa Real estuviera representada por un miembro distinto de Felipe VI ni el Gobierno por otro ministro. La invitación fue completamente desatendida.

La oposición está a la altura de las circunstancias

Varios miembros del partido de oposición, el Partido Popular, se sintieron ofendidos por tal ausencia. Su líder, Alberto Núñez Feijó, retomó el asunto en la red social X:. La presidenta de Madrid Isabel Ayuso, por su parte, sospecha de un gesto contra las raíces cristianas de Europa.

Notre Dame de París

Por su parte, según fuentes cercanas al Gobierno español y citadas por medios madrileños, el ejecutivo minimiza la importancia del evento, y considera que su esplendor sólo sirve para enmascarar la más que delicada situación que vive actualmente el presidente francés. Algunos observadores también aducen razones que, sin embargo, hacen dudar, dada la trascendencia histórica del acontecimiento.