“Un maltratador, un psicópata, un monstruo”: la caída de Iñigo Errejón, cerebro de la izquierda radical española
13
Una acusación de acoso sexual puso fin abruptamente a la carrera del líder de la izquierda radical Iñigo Errejón en sólo dos días. Historia de una caída inevitable.
Iñigo Errejón lleva diez años en la primera línea de la política española. Cofundador del partido Podemos, procedente del movimiento de los Indignés, está considerado uno de los cerebros de la izquierda radical. En 2019 creó su partido y en 2023 unió fuerzas con Sumar, la plataforma de izquierda iniciada por la actual vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz. El mismo año, fue reelegido diputado y luego portavoz del grupo parlamentario Sumar.
Una carrera deslumbrante, que nada parecía detener. La historia casi ordinaria de un #MeToo sin posible vuelta atrás. El martes, un testimonio anónimo publicado por un periodista en Instagram denuncia que el nombre de Errejón rápidamente se menciona en los pasillos de su partido, mientras otros testimonios comienzan a llegar. El diputado acabó dimitiendo el jueves y reconoció la veracidad de estas acusaciones. La primera denuncia oficial fue presentada el mismo día por la actriz Elisa Mouliaá.
Una noche de terror
Esta denuncia, que se filtró a la prensa española, describe horas de acoso que supuestamente comenzaron durante una fiesta privada a finales de septiembre de 2021. Según el denunciante, Errejón presuntamente tuvo un comportamiento agresivo e intrusivo, comenzando con insinuaciones no consentidas. hasta tocarse en una habitación donde, nuevamente según las acusaciones de Mouliaá, cerró la puerta con llave para impedir que la actriz saliera.
Mouliaá y Errejón llevaban cerca de un año intercambiando mensajes esporádicamente en Instagram. La actriz, también conocida por su faceta de presentadora del canal de televisión La Sexta, afirma que la situación se intensificó en un contexto de intimidación, con Errejón forzándola a entrar en una habitación y haciéndola, según su testimonio, besarla y tocarla violentamente.
Ella informa estar conmocionada y angustiada por la situación, especialmente porque temía molestar a una figura pública como Errejón. Después de este incidente, supuestamente siguió otro comportamiento invasivo, incluso cuando ella intentó poner fin a la situación.
Las alegaciones de Mouliaá terminan con un intercambio donde ella asegura haber invocado la ley «Solo sí es sí» (sólo un sí explícito cuenta como consentimiento), pero Errejón supuestamente reaccionó con insensibilidad. La actriz afirma que tras la primera presunta agresión en el dormitorio, Errejón insistió en abandonar la fiesta para acompañarla a su propia casa. Una vez que llegaron al lugar, Errejón presuntamente los volvió a tocar sin su consentimiento. Luego, la agarró firmemente por la cintura y relata la denuncia. Explica que se sintió violada y paralizada, pero optó por guardar silencio por la identidad de su agresor.
Este escándalo tiene graves consecuencias políticas, ya que hace tambalear la credibilidad del Gobierno español y debilita la coalición entre Sumar y el resto del ejecutivo socialista. Líder con vehementes discursos feministas, Errejón encarnó a la izquierda radical que denunció fervientemente los abusos patriarcales. Su caída y, sobre todo, sus años de doble vida harán que su campo político oscile significativamente.