Uno de los pueblos más bonitos del mundo está en Cataluña
Cataluña tiene uno de los pueblos más bonitos del mundo. Al norte de Barcelona, cerca de Vic, Rupit consiguió el título internacional. ¿Una idea para una escapada?
Cataluña atrae multitudes cada año. Y en el camino hacia las visitas de millones de turistas, una parada en Rupit se ha vuelto casi obligatoria. ¿Cómo no caer en la tentación? El pequeño pueblo catalán de 300 habitantes es, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), uno de los más bellos del mundo. Pero también lo mejor, por su compromiso de perpetuar y realzar el encanto de las comunidades rurales. En España sólo hay tres: Rupit, Alquézar (Aragón) y Guadalupe (Extremadura).
Hay que decir que a pesar de la elevada afluencia, que obligó al ayuntamiento a renunciar al prestigioso título, al igual que su vecina Siruana (provincia de Tarragona), Rupit se ha dado los medios para mejorar el acceso de su municipio a los escasos 150.000 visitantes anuales. El pueblo también se ha adaptado a las personas con discapacidad visual y auditiva. Suficiente para añadir un elemento adicional de encanto a esta parte de Cataluña.
Una ciudad medieval en el corazón de un bosque.
Porque si Rupit está incluido en el Top 32 de los pueblos del planeta más bonitos para visitar, también lo es por su ubicación privilegiada, al pie del bosque de Cabrera, en la provincia barcelonesa de Osana. Desde la capital catalana hay que dirigirse al norte, hacia la frontera francesa, para sumergirse en un mundo medieval, rodeado de vegetación.
El patrimonio arquitectónico de la localidad es uno de los elementos que la hacen destacable. Su iglesia de Sant Miquel, por ejemplo. Templo de origen romano y barroco con el tiempo, ofrece una vista panorámica desde lo alto de su campanario, sobre Les Guilleries, el Montseny y los acantilados de Tavertet, Avenc y Far.
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Y para continuar con la temática, justo al lado, encaramado sobre una roca, el Castillo de Rupit añade un toque de nobleza al pueblo. Además de un toque de historia, ya que aún son visibles los restos entre las casas de piedra situadas en el pueblo. Eso sin olvidar el puente colgante de madera y el de Can Badaire que salva el arroyo, dos de los emblemas de Rupit, o incluso el paraje natural de Collsacabra.
Tantas ventajas que también deberían hacer las delicias de los lugareños. Porque desde Barcelona el camino no es largo. Un tren a Vic junto con un autobús conducen a Rupit desde la capital catalana. Aún más corto: el coche. Sólo se tarda 1 hora y 45 minutos en llegar a la pequeña ciudad medieval. Suficiente para regalarse una escapada encantadora, en el tiempo y en la naturaleza.
Como ir
En coche : 1h45, hasta Vic por la C-17 y luego Rupit, por la C-153.
Por transporte público: Rodalies hasta Vic y luego autobús 462, 463 o 464 hasta Rupit (3 horas combinadas).