Carrer Asturias calle ciudad Barcelona peatones transeúntes gente pasea multitud Foto Vicente Zambrano González Ajuntament

Vivir en España: las 5 modas locales que molestan a los franceses

Mudarse al extranjero es como enamorarse. En primer lugar, estamos completamente locos por nuestro país de adopción, con todas sus seductoras irregularidades y sus exóticas particularidades. Por supuesto, España no es una excepción a la regla.

Luego, surgen los desafíos vinculados a la vida diaria: desde los problemas administrativos hasta el aprendizaje del idioma. Finalmente, si decidimos quedarnos, terminamos adaptándonos a la vida allí sin poder evitarlo pero, de vez en cuando, ponemos los ojos en blanco ante ciertos hábitos que parecen anclados en el ADN local.

Caminar en cámara lenta

España es el país de paseoeste ritual sacrosanto en el que, entre las 19.00 y las 21.00 horas, vestidas de gala, las familias se reúnen para pasear por las calles o junto al mar. Pero ciertamente no es el país de los paseos rápidos. Aquí paseamos, nos detenemos a charlar en medio de la acera o peor aún, nos movemos a cámara lenta en formación compacta, para no dejar ninguna esperanza de paso al francés que tiene prisa y está enojado internamente.

Y ojo, no son sólo turistas o jubilados los que andan sueltos. Parece que todo el mundo está conspirando para hacerle perder el tren. Todos estos flemáticos espectadores olímpicos parecen evolucionar en una realidad paralela donde el tiempo se ha convertido en un concepto maleable. En un destello de lucidez, se descubre pensando que “ No tiene sentido correr, hay que empezar a tiempo.. »

Carrer Asturias calle ciudad Barcelona peatones transeúntes gente pasea multitud Foto Vicente Zambrano González Ajuntament

No te mantengas a la derecha en el metro.

Para los usuarios del metro acostumbrados al caos organizado de las escaleras mecánicas parisinas (“derecha a descansar, izquierda a adelantar”), el metro español puede ser una auténtica pesadilla. Los viajeros no parecen estar familiarizados con lo que implica “mantenerse a la derecha”, por lo que a los transpirenaicos no les queda otra opción que insultarlos copiosamente. Estos sinvergüenzas llegan incluso a quedarse plantados delante de las puertas del metro cuando éstas se abren (preferiblemente en las horas punta), oponiéndose estoicamente a la marea humana que se precipita o se extiende sobre los abarrotados andenes. Por no hablar de los influencers que se graban en la entrada de la salida de la estación de Sagrada Familia y han provocado la parada de las escaleras mecánicas.

@barcelonalives

El trend de poner el móvil en las #escalerasmecanicas de la salida del metro de #sagradafamilia se ha acabado porque la TMB y @Jaume Collboni directamente han apagado las escaleras y las han dejado inutilizadas para que esto no suceda. Aún así, sigue siendo un #hotspot para hacerse una #fotoparainstagram con la #sagradafamiliabarcelona de fondo desbancando las vistas desde el lago. #ajuntamentdebarcelona contra los #influencers wannabe de #barcelona 🫵 #lasagradafamilia #barcelonahotspots #barcelonainstaspots #barcelonatraveltips #barcelonaviews #barcelonatourism #barcelonatiktok #barcelonatravel #viral #bcn #parati #foryou

♬ Scandalo al sole – Percy Faith

Utilice “mañana” como comodín universal

Si en Francia evitamos dejar para mañana lo que podemos hacer el mismo día, en España ocurre todo lo contrario. ¿Un cambio urgente que hacer antes de enviar un documento? “ Tranquilo, mañana. » ¿Estás esperando una factura, una reparación o incluso una simple respuesta? “Sí, sí… mañana. » Ya sea en el trabajo, en trámites administrativos o incluso en tu círculo de amigos, mañana, es una verdadera filosofía.

¿Qué pasaría si posponer para mañana significara, en última instancia, aprovechar el hoy?

Crear grupos de WhatsApp…

Uno pensaría que estar en la playa no requeriría 25 mensajes de texto, 12 llamadas de voz y 10 llamadas. Pues en España sí. Así, el encuentro más básico puede convertirse en una cadena de comunicaciones en la que inmediatamente nos enteramos de que alguien se va a casar, que otro acaba de adoptar un perro y, además, ¡es el cumpleaños de su madre! Después de silenciar la conversación, el francés se encuentra solo en la playa y, cuando revisa sus mensajes, se da cuenta de que el evento ha sido pospuesto… mañana.

Y envía mensajes de voz todo el tiempo.

Ya sea para organizar una fiesta, solicitar información o simplemente charlar, los mensajes de voz son aquí una auténtica institución. Estas grabaciones rara vez duran menos de 2 minutos y 30 segundos. En el menú: digresiones interminables, ruidos bucales y otras alegrías. Acostumbrado a escribir mensajes de texto más concisos, el francés experimenta una auténtica tortura cuando tiene que diseccionar estos podcasts improvisados ​​para extraer la única información importante: “Nos reunimos a las 21 horas frente al bistró.» Comienza gimiendo (“ ¿Nadie sabe escribir en este país o algo así? «) antes, por supuesto, de cumplir la norma y sorprenderse, un día, lanzando él mismo un vocal de 3 minutos en plena calle.

trabajar en barcelonatrabajar en barcelona

Habla en voz alta (muy fuerte)

Ya sea en un restaurante, en la calle o al teléfono, en un tren lleno de gente, los españoles tienen un volumen de sonido impresionante que permite ser vistos desde muy lejos en el extranjero. Más reservado, el francés se sorprenderá al principio de que su compañero de cuarto le grite mientras él está a su lado, y tomará la iniciativa, hasta su regreso a Francia, cuando sus mortificados padres le pedirán que evite gritar y gesticularán. la mesa.