Cuando los franceses en Barcelona imprimieron sus propios sellos
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En 1914, la guerra provocó una crisis social a gran escala en la comunidad francesa de Barcelona, entonces llamada “colonia”. Para responder a la crisis, esta comunidad está aumentando las herramientas de financiación solidaria. Volvamos a este episodio inusual.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Todos los franceses en Barcelona en edad de luchar se movilizan y parten hacia Francia, dejando atrás a sus esposas, hijos y madres. Esta situación crea rápidamente una crisis social, porque, sin el cabeza de familia, muchos hogares se quedan sin recursos.
Ante esta situación, el gobierno de unidad francés de Barcelona, las asociaciones caritativas de mujeres y la gran burguesía están comprando cantidades masivas de productos de higiene destinados a los hospitales franceses sobrecargados y liberando sumas astronómicas para ayudar a las familias más vulnerables. Se crean asignaciones mensuales, que el gobierno francés reembolsará parcialmente a medida que avance la guerra. En total, 209 familias participaron en la financiación, pero el 70% de los fondos recaudados fueron proporcionados por sólo 40 familias entre 1914 y finales de 1917, incluida la imprescindible familia Foret, conocida por su peróxido de hidrógeno.
El desafío de financiar la solidaridad
Sin embargo, si al comienzo de la guerra la burguesía mostró una gran generosidad con donaciones considerables, esta generosidad disminuyó con el tiempo. A medida que la guerra se prolonga, los ingresos industriales y comerciales disminuyen en muchos sectores. El gobierno francés en Barcelona decidió entonces reformar sus mecanismos de incentivos para diversificar sus fuentes de ingresos.
En primer lugar, organiza cada vez más sorteos y actos festivos para recaudar fondos, lo que no deja de reaccionar los soldados del frente, que ven a los de la retaguardia divertirse mientras están bajo los bombardeos. Luego, busca fomentar la solidaridad financiera de la burguesía catalana y acercarse a las numerosas empresas francesas establecidas en Cataluña.
Una de las iniciativas más originales para ampliar las fuentes de ingresos es la edición de sellos postales, cuyos beneficios se destinan al comité de Barcelona de la Unión de Mujeres de Francia, adscrito a la Cruz Roja. Todos estos sellos fueron impresos en edición limitada.
El de la izquierda representa edificios del casco antiguo de Barcelona y allí podemos ver las palabras “Colonia Francesa de Barcelona”. El de la derecha representa a una enfermera sosteniendo una alcancía. Detrás de ella, el cielo está oscuro, salpicado de luces, lo que sugiere los numerosos bombardeos. La escena de fondo tiene lugar en Francia, ya que la catedral está parcialmente destruida y en llamas. Hombres, probablemente soldados, están evacuando a un herido en una camilla. Las siluetas se agrupan devotamente alrededor de la cruz de la Cruz Roja. Hasta donde sabemos, estos son los únicos sellos emitidos durante este período. Esto demuestra que objetos tan pequeños pueden transportar algo mucho más grande de lo que parece.