En Barcelona, el precio (desorbitado) de estar soltero
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En Barcelona casi la mayoría de las personas solteras viven con una o varias personas más. Una decisión a menudo forzada ante los exorbitantes precios de los estudios.
¿Qué no se ha dicho de los alquileres en Barcelona, cuyos precios desorbitados hacen temblar absolutamente a todos los aspirantes a inquilinos? Hay una cosa que no se ha mencionado: la imposibilidad de vivir solo y por tanto, una cierta exigencia de vivir en comunidad o en pareja.
Vivir con un compañero de cuarto es agradable por un tiempo. Y luego rápidamente nos hartamos de los platos sin hacer, de las cosas tiradas por ahí y de la falta de espacio propio. Un deseo de independencia bastante banal pero que en Barcelona se ve obstaculizado por el precio desorbitado de los estudios. De media, según el sitio inmobiliario Idealista, alquilar un estudio en la ciudad cuesta 960 euros. Y cuando sabemos que el salario medio de un residente en Barcelona es de 1.500 euros, rápidamente se vuelve complicado imaginar gastar tanto dinero en tu alojamiento.
Esto es lo que vivió Clémence, de 27 años y 6 años en Barcelona. El año pasado, tras separarse de su novio con el que vivía, tuvo que buscar un nuevo apartamento. Al irse primero a vivir solo, el que lo hizo no encontró nada –es decir un poco de luz y una ubicación correcta– por menos de 1000 euros al mes sin contar gastos.
Es imposible que alguien que comienza una carrera en contratación gaste tanto dinero en alquiler. Por ello, la residente de Lille descubrió que todavía paga un alquiler considerable, 950 euros al mes con gastos incluidos. El precio a pagar por una ubicación de ensueño en el Eixample.
El soltero, una especie en peligro de extinción
La situación de Clémence, recién soltera y en apuros, pone de relieve otro problema social: el “impuesto único”, es decir, el coste de vida mucho más elevado para los solteros que para las parejas. Vivir en un estudio en España cuesta un 84% más que compartir piso, según Idealista. Y si a eso le sumamos gastos varios como compras, suscripciones (Netflix, teléfono) o salidas, es aún peor.
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Un peso financiero que, paradójicamente, está cada vez más extendido, ya que cada vez hay más personas solteras. En 2022, según el sitio web de Eurostat, el tipo de hogar más común en la Unión Europea estaba formado por un solo adulto, lo que representa alrededor de 71,9 millones de personas.
Ocean Finance, empresa especializada en asesoramiento crediticio y financiero, estima que los europeos solteros pagan alrededor de 230 euros más al mes en sus facturas -incluida la vivienda- que si tuvieran otro adulto con quien compartir los gastos. Asimismo, gastan alrededor de 17 euros más en comida y alcohol, 46 euros más en vacaciones y 30 euros más en abonos. Porque donde dos personas pueden dividir los costos, una persona tendrá que asumir la responsabilidad total de estos pagos.
Una situación poco envidiable, incluso peor en otros países de la UE que en España. En Bélgica, las personas solteras son las que más pagan impuestos: el Estado les quita la mitad de sus ingresos.