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En Barcelona, ​​la destrucción prevista de las casas del Bon Pastor

Casi un siglo de historia se cierra con la desaparición de las pequeñas casas “baratas” del Bon Pastor. Los últimos vecinos entregaron sus llaves el 28 de febrero para ser reubicados en nuevos edificios construidos dentro de un proceso de regeneración liderado por el Ayuntamiento y el Instituto Municipal de la Vivienda de Barcelona (IMHAB).

Fue en 1929 en una zona aislada del pueblo de Santa Coloma de Gramanet cuando se construyeron las 784 casas del Bon Pastor. Construidas con material sobrante de la Exposición Universal, su finalidad es realojar a los habitantes de las cabañas de Montjuïc, llegados de otras regiones de España para la construcción del metro de Barcelona. Esta población trabajadora, principalmente extremeña y andaluza, pudo abandonar sus ruinosos refugios en busca de un alojamiento más digno. A diferencia de las cabañas, las casas brindan acceso a agua y electricidad y cuentan con cocina, comedor, tres dormitorios y patio dispuestos en 38m2 de superficie.

DSC02425A punto de cerrar definitivamente la puerta de su casa, dice Vanessa.

En total se construyeron y alquilaron alrededor de un centenar de casas por un precio de 500 pesetas (actualmente 3 euros). Y aunque el alquiler ha aumentado ligeramente a lo largo de las décadas, algunos de los inquilinos todavía pagaban sólo 4.000 pesetas (25 euros) en 2022.

Paredes llenas de historia

Estas casas sobrevivieron a la guerra de 1936 y a los bombardeos de la época. Paquita Delgado, representante de la asociación de vecinos Bon Pastor, recuerda la historia de su abuela, una de las primeras vecinas del barrio: “.

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El buen pastor en los años 30 © Josep Domínguez

En 1942, la ciudad compró los terrenos de Santa Coloma de Gramanet y el barrio del Bon Pastor pasó a pertenecer oficialmente a Barcelona. La posguerra vio nacer un gran número de asociaciones y sindicatos muy activos, la mayoría de los cuales participaron en la renovación de Bon Pastor en los años 1970. El barrio fue entonces calificado de zona roja en referencia a los anarquistas. Gracias a la movilización de los vecinos, aparecieron vías equipadas con semáforos, se construyeron estacionamientos y el barrio abrió un nuevo capítulo.

Durante muchos años, el alma de Bon Pastor fue parecida a la de un pueblo con una gran solidaridad entre vecinos. Las casas “baratas” son pequeñas y sus residentes pasan gran parte del tiempo en la calle. Los niños podían jugar allí con total seguridad hasta los años 80, recuerda Elisabeth, una de las últimas residentes”.

Condiciones insalubres sin fin

Pasan los años, los habitantes renuevan las casas. Con sus medios realizan obras de remodelación pero es difícil ampliar el espacio y afrontar los problemas de humedad. Cerca del río Besòs, las casas se construyeron sobre una gran cantidad de capas freáticas y la humedad procedente del suelo es la causante de las condiciones insalubres, lo que complica el mantenimiento de viviendas construidas sin cemento sobre una mezcla de tierra y arena.

Durante la década de 1980, algunas casas fueron completamente reconstruidas con un piso adicional, pero el problema de aislamiento persiste. Precisa Paquita Delgado.

DSC02403DSC02403Para buscar una solución, la asociación de vecinos y el Instituto Municipal de la Vivienda de Barcelona se reunieron en numerosas ocasiones hasta llegar a un acuerdo. En 2006, establecieron un nuevo plan de desarrollo para el barrio cuyo objetivo era destruir las casas y crear viviendas nuevas, más grandes y mejor aisladas. Además, el proyecto pretende cuadruplicar los espacios verdes con parques y plazas infantiles para mantener el ambiente de pueblo.

Nostalgia y memoria histórica

Hasta cinco generaciones habrán vivido en este barrio donde pronto serán derribadas las últimas casas. Sólo cuatro de ellos han sido rehabilitados para transformarlos en museos con el fin de preservar la memoria histórica. Esta restauración del patrimonio permitirá al visitante descubrir la evolución del interior de las casas durante los años 20, 50, 80 y 2000. El museo abrirá sus puertas al público el 11 de marzo de 202304.

DSC02395DSC02395El 28 de febrero, último día de la cuarta y última fase de realojo, alrededor de un centenar de vecinos cerraron por última vez su casita y recibieron las llaves de su nuevo alojamiento, a pocas calles de distancia. – confiesa Elisabeth, no sin un cierto toque de nostalgia.