España: la invasión microplástica gana los ríos
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Los ríos europeos están llenos de microplásticos: esto se revela por una misión de 6 años realizada por la Fundación Tara Ocean. Una observación alarmante, especialmente en España.
Se creía el flagelo reservado para los océanos. Pero los microplásticos, estos fragmentos invisibles a simple vista, también asfixian a nuestros ríos. Después de 6 años de estudio y 2.700 muestras, la Fundación Tara Ocean suena la alarma: no se ahorra un cursos de agua europeos, desde el Garonne hasta el Elba. Este es lo que su informe publicado el lunes 7 de abril se aprende en la revista Environmental Science and Contitution Research.
En cada medidor cúbico de agua, hay hasta tres grandes (de 0.5 mm a 5 mm) detectados microplásticos. El Sena solo conlleva 900 por segundo. Pero esta es solo la superficie del problema ya que las partículas más pequeñas, 1,000 veces más numerosas, se escabullen en todas partes, desde el fondo de los ríos hasta nuestras cadenas de alimentos. También sirven balsas para bacterias patógenas, como la que se encuentra en el Loira, capaz de provocar otitis, infecciones, incluso sepsis.
¿Y en España?
En España, solo el río Ebre fue analizado por la Fundación, y por una buena razón: es uno de los más importantes del país y el más representativo, ya que cruza el país de oeste a este, antes de arrojarse al Mediterráneo. Además, en el EBRE, la tasa de sedimentación es alta, explica Lorenzo Proia, coordinador de la Unidad de Investigación en Ecología de la Universidad de Vic: «
Ya en 2019, cuando los científicos analizaron los plásticos por primera vez en la parte inferior del EBRE, revelaron una concentración promedio de 300 microplásticos por kilogramo de sedimentos, los filamentos o fibras son las más abundantes. Una tasa equivalente a otros ríos europeos.
Estas son estas fibras, entre otras cosas, que deben tener cuidado, continúa el profesor: la solución, por lo tanto, no necesariamente se encontraría en los ríos en sí, sino en tierras firmes, explica el informe de Tara Ocean, en el que se encarga de detener la producción de plásticos de la fábrica.
Pero también existen circunstancias agravantes después de esta fabricación. El investigador señala notablemente las fallas de las plantas de tratamiento, en España y en otras partes de Europa. De hecho, continúa, explicando que en un período de fuertes lluvias, las aguas residuales se desbordan y vierten plásticos directamente en los ríos. Pero el experto sigue siendo optimista: