Fútbol real y camisetas falsas: el efecto Mbappé-Yamal
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Kylian Mbappé y Lamine Yamal han revolucionado el fútbol español en el verano de 2024. Y quien dice estrella, dice boom económico, sobre todo en el sector de las camisetas. Pero el problema es que su popularidad es tal que también ha provocado un aumento de las falsificaciones. Descifrado.
En la ventana de fichajes de 2024, el as del fútbol francés Kylian Mbappé llegó al Real Madrid. Fue un maremoto mediático, la realización del sueño del jugador pero también, por supuesto, un tsunami económico. Del otro lado, en el FC Barcelona, hay otro jugador alabado: el jovencísimo Lamine Yamal, estrella del fútbol desde la victoria de España en la Copa de Europa este verano de 2024.
Los dos jóvenes jugadores tienen una sólida base de seguidores, que compran sus equipaciones y hacen prosperar el negocio de equipamiento de estos clubes, a pesar de los altísimos precios. La camiseta del astro del Barcelona estampada con su nombre cuesta 185 euros, mientras que la de su hermano mayor cuesta 170 euros. Una suma considerable y muchas veces demasiado elevada para sus fans. Resultado: el negocio de las camisetas falsas está aumentando con consecuencias para la economía textil española y para los clubes.
La camiseta: el arma secreta de los clubes
Antes de la llegada de los dos hombres, el negocio de las camisetas españolas ya era muy lucrativo. En 2023 según la UEFA, El Madrid ingresó 160 millones de euros por este concepto y el Barça 185 millones de euros, lo que les sitúa en lo más alto del ranking mundial. Los ingresos por la venta de equipos y mercancías han aumentado alrededor de un 60% desde la era pospandemia, un período marcado por un auge de la popularidad del fútbol europeo de élite y un aumento de los productos derivados.
En la calle también surgió la moda de las camisetas de fútbol, viendo en las redes a estrellas como Rosalía vistiendo la camiseta de su equipo. Y la llegada de Mbappé y Yamal, los dos “cracks” del fútbol europeo, necesariamente ha acelerado esta tendencia.
Cuando Mbappé fue transferido al Madrid, Batió todos los récords en su debut como nuevo jugador del Real Madrid. Por un lado, con una impresionante afluencia de público en el Santiago Bernabéu para asistir en directo a su presentación. Por otro lado, un retorno económico sin precedentes: en un solo día, las tiendas oficiales del club vendieron 7.000 camisetas a su nombre, más del doble de las vendidas en un día por Cristiano Ronaldo, que hasta entonces ostentaba el récord.
Por su parte, si Yamal es hijo del Barça y, por tanto, su llegada no despertó público, lo cierto es que vio cómo su popularidad aumentó drásticamente después de la Eurocopa 2024. Hoy en día, si bien es posible hacerse con una camiseta de Mbappé En la tienda oficial del Real Madrid, sin embargo, es imposible hacerlo con la camiseta de Yamal: las existencias se han agotado.
Los falsificadores aprovechan la oportunidad
Ante la dificultad de conseguir camisetas oficiales, los revendedores ilegales olieron una ganga. El 10 de mayo en Madrid, la policía anunció la incautación de más de dos toneladas de uniformes de equipos de fútbol que llegaban en numerosos envíos desde China a la capital. Un poco más tarde, elLa operación se reanudó en Barcelona y Tarragona, entre otros, una semana antes de la final de la Liga de Campeones ganada por el Real Madrid. Las 12 toneladas de carga contenían algo más de 70.000 camisetas, de las cuales casi la mitad estaban confeccionadas para la final.
Un número sin precedentes de falsificaciones que supone un problema importante en un país tan dependiente de su sector textil. miEn España, la industria de la confección alcanza una facturación media de 40.000 millones de euros al año y aporta 19.800 millones al PIB (el 1,62% del total). Según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EuIPO), que evalúa el impacto económico de las falsificaciones, la industria de la moda española pierde cada año 1.000 millones de euros por la pérdida de ventas por productos falsificados. Y las camisetas de fútbol falsas son en gran parte responsables de esto.