Manifestación histórica en Barcelona contra la subida de los alquileres
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Más de 20.000 barceloneses salieron este sábado a la calle para exigir una rebaja del precio del alquiler. La movilización, apoyada por una amplia coalición de sindicatos, asociaciones de inquilinos y colectivos sociales, ha adquirido una escala sin precedentes, lo que refleja el hartazgo general por la crisis inmobiliaria.
Fue una auténtica marea humana la que invadió las calles de Barcelona en este templado sábado de noviembre. Bajo lemas como “Tener una vivienda no es un privilegio, es un derecho” o “¡Basta de precios abusivos!” », los manifestantes denuncian en voz alta los constantes aumentos de los alquileres en los últimos años. Los pisos de alquiler han aumentado un 50% en Barcelona en una década, mientras que los salarios apenas han aumentado, confirma una vendedora de 42 años que ya no llega a fin de mes. , explica una treintañera que vino con su marido y sus hijos. Según un estudio reciente del portal inmobiliario Fotocasa, un inquilino de Barcelona dedica de media el 45% de su salario al alquiler, muy por encima de las recomendaciones de los expertos económicos. que fijó este umbral en el 30%.
Los manifestantes exigen una regulación más estricta de los precios de los alquileres, inspirada en medidas ya aplicadas en otras ciudades europeas. , explica a la prensa un portavoz de la asociación Tenants Union.
Medidas insuficientes
Esta manifestación se produce en un contexto de crecientes tensiones en torno a la cuestión de la vivienda en Barcelona. Aunque el alcalde Jaume Collboni anunció recientemente medidas para estimular la construcción de viviendas sociales, muchos las consideran insuficientes dada la magnitud de la crisis.
Por su parte, el gobierno español aprobó una ley de vivienda en 2023, que permite, en particular, limitar los alquileres en zonas tensas. Sin embargo, la implementación de estas disposiciones sigue siendo compleja y los resultados tardan en dejarse sentir. Peor aún, asusta a los propietarios que retiran sus propiedades del mercado de alquiler o las reservan para no residentes, cuyas viviendas no están sujetas al límite.
Los manifestantes advierten: si no se hace nada, las movilizaciones continuarán. Las organizaciones de derechos de vivienda incluso amenazan con convocar una huelga de alquileres. Un anuncio ambicioso que podría empujar a los propietarios y a las autoridades públicas a encontrar soluciones rápidas.