10 formas de reconocer a un catalán en Navidad
La Navidad en Cataluña no tiene exactamente las mismas tradiciones que en el resto de España. Aquí tienes 10 formas de reconocer a un auténtico catalán en Navidad.
Él coloca en casa
Las (o “estrellas de Navidad” en francés), este tipo de plantas cuyas hojas superiores son de color rojo vivo, son especialmente populares en Cataluña. Los puedes encontrar en cualquier supermercado, pero también puedes comprarlos en mercadillos navideños, como el de Santa Llúcia por ejemplo. Y si el catalán no tiene mucha mano para la jardinería, se olvida de regarla.
Critica la guardería del ayuntamiento
Si viveros Se instalan en varios lugares de Barcelona, sobre todo durante las celebraciones de fin de año, un verdadero catalán no dudará en criticar uno o dos. En general, el de la plaza de Sant Jaume, frente al ayuntamiento. Pero aun así viajará para verla, al fin y al cabo es un acontecimiento.
…pero sigue buscando al caganer
Pues sí, mientras esté ahí el catalán seguirá participando en el juego de buscar el caganer. Este curioso belén, en cuclillas y con los pantalones a la altura de los tobillos, es una auténtica tradición navideña en Cataluña, hasta el punto de que se ha hecho bastante conocida a nivel internacional. Pero eso no significa que los catalanes lo hayan abandonado. Originalmente, el caganer, aunque no muy distinguido, simboliza la fertilidad y por tanto la prosperidad en el año venidero.
Comenta sobre los nuevos caganers del año
Hablando de caganers, a los catalanes les encanta comentar nuevos ejemplares. Porque cada año se crean pequeñas figuras con la imagen de personajes públicos que han marcado la actualidad, dando lugar a artículos en la prensa. Como siempre, los deportistas se encuentran entre las principales novedades para 2023, este año representados por el futbolista Kylian Mbappé, el golfista Jon Rahm, el piloto de Fórmula 1 Max Verstappen y el jugador de baloncesto Michael Jordan. Taylor Swift, Bad Bunny y Bizarrap también tienen sus figuritas este año, además de Barbie y el Grinch.
Va a ver una obra de Pastorets
Otra tradición muy catalana: pastoretes. Es una especie de obra de teatro, que cuenta en particular el nacimiento de Jesucristo, pero con pastores como personajes principales.
Pero los pastorets se juegan de diciembre a febrero, por lo que el catalán tampoco tiene prisa por ver uno.
Invita a un tió de Nadal a su casa
El tió de Nadal es un pequeño baúl (con cara, en Cataluña todo es normal) que llega a los catalanes un poco antes de Navidad. A cambio de una pequeña manta y algunas golosinas, le hará regalos el 25 de diciembre. Pero para eso hay que pegarle con un palo mientras canta (todo es normal en Cataluña).
Pero seamos realistas, hoy en día no todos los catalanes maltratan a su pequeño Tió de Nadal; muchos lo utilizan simplemente como decoración. Pero que se muera de hambre.
Funciona de maravilla con las sobras.
Para ser más exactos, el catalán (el de verdad) sabe transformar los restos de un caldo en una deliciosa pasta rellena y gratinada al horno.
El 25 de diciembre es habitual en Cataluña comer escudella i carn d’olla, una especie de caldo con pasta (guijarros), verduras y carne. Y como suele haber sobras, el 26 de diciembre, día de Sant Esteve (festivo en Cataluña), las cocinamos. Según la receta, rellenamos una especie de pasta enrollada con los restos de la escudella, y las doramos al horno con un poco de bechamel por ejemplo. Estos son los famosos cánones.
Sí sí, el catalán es un genio culinario incomprendido (excepto el tocino).
No escatima en el turró
Vale, en toda España pasa lo mismo: en Navidad nos atiborramos de dulces, sobre todo de turrón y galletas. Pero en Cataluña también encontramos neules (galletas con forma de cigarro) en la mesa navideña, también podemos añadir una pequeña crema catalana, sin olvidarnos de la copa de cava.
Él está de fiesta todo el tiempo.
Una particularidad de las celebraciones de fin de año en Cataluña es que son casi infinitas. El Día de la Constitución (6 de diciembre) y el Día de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) ya son días festivos. Por supuesto, los catalanes celebran el 24 y 25 de diciembre, por Navidad, pero también el 26, por Sant Esteve.
El 28 de diciembre, algunas personas se divierten con el Día de los Inocentes, una especie de 1ejem Abril en España. Como en Francia, hay fiesta la noche del 31 de diciembre y descanso el día de Año Nuevo. Y para terminar las vacaciones por todo lo alto, una pequeña Nochevieja la tarde del 5 de enero y una fiesta familiar el 6 nunca está de más.
Le hace creer a su hijo que hay un hombre con 365 narices
Sí, existe, ¡y hasta se pasea el 31 de diciembre sin que nadie se dé cuenta! Lo llamamos elHogar de los Nassos, en Cataluña. Es un personaje que, al parecer, tiene tantas narices como días le quedan al año. 1ejem En enero, por ejemplo, tiene 365 (poco práctico). En cambio, el 31 de diciembre solo le quedaba uno y podía pasear sin miedo a ser descubierto. Incluso se dice que está en el Pla del Palau, en Barcelona, en Nochevieja.
Va a ver la cabalgata de Reyes
Especialmente si el catalán tiene hijos, no puede perderse el tradicional desfile de los Reyes Magos por las calles de Barcelona el 5 de enero. La oportunidad de disfrutar de un bonito espectáculo colorido, antes de volver a casa a degustar un buen tortell de reis.
Conserva su árbol durante mucho tiempo.
Fruto de casi un mes de fiesta, el catalán conserva su árbol de Navidad y sus adornos durante mucho tiempo. La prueba es que los abetos viejos suelen acabar en la calle a mediados de enero. Pero incluso puedes verlos a finales de enero en las calles, señal de que las fiestas de fin de año han terminado… Pero no te preocupes, hay muchas otras oportunidades para salir de fiesta durante todo el año, en Cataluña.