Recesión de sequía en Barcelona: las buenas noticias del embalse de Sau
Las últimas lluvias han sido claramente buenas para la región de Barcelona, y la ciudad sale oficialmente de la alerta de sequía y levanta las restricciones vigentes.
Las lluvias primaverales trajeron un soplo de oxígeno a la región de Barcelona, marcando una espectacular mejora de los niveles de agua en los embalses de la red Ter-Llobregat, principal abastecedor de agua de la metrópoli catalana. Al noreste de la capital condal, la emblemática iglesia del embalse de Sau, antaño rodeada de tierra árida, ahora está rodeada de agua. Una clara señal del rápido aumento de los niveles.
De hecho, en sólo tres meses, el embalse de Sau pasó del 5% de su capacidad al 40,3%, es decir, 66,59 hectómetros cúbicos de una capacidad total de 165,26. Esta transformación sin precedentes ha sido posible gracias a las lluvias sostenidas de las últimas semanas, que también han nutrido los paisajes de Guilleries, una de las regiones históricamente más húmedas de Cataluña pero recientemente afectada por la sequía.
El embalse de Sau abastece al de El Pasteral, situado en la comarca de la Selva, a aproximadamente una hora de Barcelona. Esta pequeña cuenca de dos hectómetros cúbicos es imprescindible: es la que asegura el suministro de agua potable a Barcelona y sus municipios vecinos.
Desde el mirador de Tavertet, que domina el embalse, podemos admirar la iglesia que emerge de las olas y recibir esta buena noticia: la habitual sequía estival es cada vez menos amenazante.
Buenas noticias que hay que tomar con precaución.
En su conjunto, la red Ter-Llobregat, esencial para el abastecimiento de agua de la región, presenta actualmente el 37,6% de su capacidad, es decir, 230 hectómetros cúbicos. A pesar de esta evidente buena noticia, e incluso si el estado de emergencia por sequía se ha levantado desde el 7 de mayo, debemos seguir estando alerta. En Barcelona la ola de calor siempre acecha y la sequía nunca está lejos.
