Cambio climático: las 51 amenazas a las que se enfrenta España

1

Un informe del Ministerio de Transición Ecológica español da la alarma: 51 riesgos se consideran ahora críticos para el futuro del país ante el calentamiento global. Sequías prolongadas, incendios incontrolables, inundaciones destructivas, pérdida de biodiversidad… Las consecuencias se extienden a 14 sectores estratégicos y amenazan directamente la salud, la economía y la estabilidad del territorio.

Según el documento “Evaluación de riesgos e impactos derivados del cambio climático en España (ERICC-2025)”, se confirman los escenarios más pesimistas. Olas de calor récord, lluvias torrenciales, fenómenos meteorológicos extremos: España opera en un entorno cada vez más inestable y difícil de predecir. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, recordó la semana pasada que el cambio climático y al que se enfrenta España. Pide transformar la política climática en una prioridad nacional, más allá de las divisiones políticas.

Esta presentación se produce en un momento en el que el Gobierno intenta reunir a los actores económicos y sociales en un pacto de Estado contra la emergencia climática, objetivo comprometido por la negativa del Partido Popular y de varias regiones lideradas por la derecha.

51 riesgos claves para el país

El informe identifica 141 amenazas, incluidas 51 consideradas prioridades, repartidas en catorce áreas esenciales: salud, recursos hídricos, biodiversidad, bosques, agricultura, costa, energía, ciudades, industria, transporte, turismo, patrimonio, finanzas y cohesión social. Más de la mitad de estos riesgos interactúan entre sí, provocando efectos en cadena. Las sequías extremas son las más preocupantes y pueden provocar más de otros 25 impactos, particularmente en el agua, los suelos y los ecosistemas. Las inundaciones también son una amenaza importante, debido a los cambios en los patrones de lluvia y al derretimiento de la nieve.

A continuación, sector por sector, se detallan los principales riesgos identificados:

Salud

– Aumento de muertes y enfermedades vinculadas a las olas de calor.
– Agravamiento de patologías respiratorias por contaminación y altas temperaturas.
– Mayores riesgos para los trabajadores expuestos a condiciones extremas.

Agua

– Sequías prolongadas que provocan escasez y pérdida de calidad de los recursos.
– Inundaciones cada vez más frecuentes por cambios en las precipitaciones.
– Conflictos de uso entre agricultura, industria y consumo interno.

Biodiversidad

– Colapso local de determinadas especies y desaparición de ecosistemas.
– Interrupción de los ciclos de reproducción, migración y polinización.
– Pérdida de servicios ecosistémicos esenciales (regulación del clima, fertilidad del suelo).

Bosques

– Transformación de la composición y estructura de las zonas forestales.
– Erosión acelerada y pérdida de calidad del suelo.
– Disminución de la capacidad de los bosques para almacenar carbono.
– Progresión de la desertificación bajo el efecto combinado de calor, sequías e incendios.

Agricultura y pesca

– Disminución de los rendimientos agrícolas ligada al estrés hídrico.
– Destrucción de cultivos por fenómenos extremos.
– Pérdida de productividad en la ganadería por exceso de temperaturas.
– Desplazamiento de especies marinas y caída de los stocks pesqueros.

Costa y mar

– Erosión y sumergimiento de zonas costeras por el aumento del nivel del mar.
– Deterioro de las infraestructuras portuarias y turísticas.
– Pérdida de hábitats marinos relacionada con la acidificación y el calentamiento del agua.

Espacios urbanos

– Fallas en el suministro de agua, energía y comunicaciones durante episodios extremos.
– Reducción del confort y habitabilidad en viviendas y espacios públicos durante las olas de calor.
– Fortalecimiento del efecto isla de calor en las grandes ciudades.

Herencia cultural

– Deterioro de edificios históricos, yacimientos arqueológicos y patrimonio costero por inundaciones y erosión.
– Daños en frescos, pinturas murales y obras sensibles a la humedad.
– Incendios que amenazan los paisajes culturales y el patrimonio rural.

Energía

– Disminución de la producción hidroeléctrica por falta de agua.
– Disminución de la eficiencia de la red eléctrica en calor.
– Cortes por picos de consumo en periodos de olas de calor.

Transporte

– Daños en carreteras, puentes y vías férreas durante episodios extremos.
– Perturbaciones en el transporte portuario y terrestre.
– Riesgos de interrupciones prolongadas del tráfico en determinadas regiones.

Industria y servicios

– Paralizaciones de actividades por cortes de agua o electricidad.
– Deterioro de la infraestructura industrial.
– Incremento del coste de las materias primas en función del clima (agricultura, madera, ganadería).

Turismo

– Reducción de asistencia en zonas donde el calor supera los umbrales de confort.
– Disminución del atractivo de determinadas regiones debido a la degradación de los paisajes naturales.
– Propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos, perjudiciales para la imagen turística del país.

finanzas y seguros

– Devaluación de activos y caída de inversiones en las zonas más afectadas.
– Incremento de las deudas impagas en sectores dependientes del agua y la agricultura.
– Explosión de indemnizaciones por desastres naturales.

Cohesión social y seguridad

– Desestabilización económica y pérdida de medios de vida en las zonas rurales.
– Riesgos de tensiones sociales o migratorias internas ligadas a la escasez.
– Aumento de la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas (agua, energía, alimentos).

Acciones urgentes a implementar

El informe afirma que tres cuartas partes de estos riesgos requieren una planificación inmediata, particularmente en las áreas de salud y gestión del agua. Señala también que 17 de ellos son irreversibles, en particular la mortalidad ligada a olas de calor, incendios a gran escala o la pérdida permanente de determinados ecosistemas.

España, por su situación geográfica, está en primera línea del calentamiento global. Según los expertos, sólo la coordinación entre regiones, el Estado y los agentes económicos podrá frenar un deterioro que ya está en marcha.