Jaume Collboni

El alcalde de Barcelona intensifica sus esfuerzos para ahuyentar a los turistas

Los turistas de Barcelona están en el punto de mira del alcalde socialista Jaume Collboni, que tiene mano dura y acumula medidas encaminadas a reducir la cantidad de visitantes para aumentar su calidad.

En Barcelona, ​​para los turistas, todo irá a más. El alcalde no lo oculta: quiere veraneantes con mayor poder adquisitivo. La medida más significativa: la explosión de la tasa turística. Si hoy para dormir en Barcelona el visitante tiene que pagar 3,50 euros por noche, a partir de la próxima temporada la tarifa aumentará hasta los 7,50 euros. Una medida recibida con frialdad por el sector turístico.

Las líneas de cruceros también tendrán que meterse las manos en los bolsillos. Para aparcar al menos 12 horas en el puerto de Barcelona hay que pagar actualmente una tarifa diaria de 4 euros. El ayuntamiento y la Generalitat aún no se han puesto de acuerdo sobre una cifra, pero el aumento de impuestos será significativo. La industria de los cruceros está furiosa y señala que el impuesto ya se ha triplicado en los últimos años.

Los cruceros por Barcelona, ​​cuya presencia ha aumentado otro 9% en 2023, son a menudo criticados. Por su contaminación y por la avalancha de grupos de turistas con prisas, que sólo permanecen unas horas en la ciudad, pero intentan ver la mayor cantidad posible de maravillas de la ciudad condal viajando en grupos, bajo la dirección de una guía turística. Una adecuada saturación del espacio público.

Esta semana, el alcalde encontró un nuevo objetivo, también muy criticado por los vecinos: los autobuses turísticos. En zonas bajo tensión, por ejemplo el barrio de la Sagrada Familia, la acumulación de autobuses, estacionados o en circulación, y el número de pasajeros que utilizan este medio de transporte, provoca bloqueos en calles y aceras. El año pasado, las asociaciones de vecinos consiguieron que el ayuntamiento suprimiera 7 paradas de autobús en las calles Padilla y Consell de Cents. Los autobuses y sus corrientes de turistas llegan ahora a Marina Street. Y tendrán que pagar más para quedarse allí. El coste del aparcamiento para autocares turísticos aumentará de 20 a 80 euros en toda la ciudad.

Turistas de Barcelona: el mapa del ayuntamiento

Este plan de actuación para la gestión de la actividad turística de la ciudad incluye 12 ejes y 55 medidas, con un presupuesto total de 254 millones de euros. Además del aumento de impuestos, prevé la gestión de zonas de alto tránsito (como la Sagrada Familia o el mercado de la Boquería) con el despliegue de agentes del ayuntamiento. También se menciona la lucha contra los apartamentos turísticos sin licencia.

El responsable de promoción económica, Miquel Rodríguez, defiende el texto y cree que ofrece una solución. En la misma línea, el teniente de alcalde encargado de Economía, Jordi Valls, indicó claramente que el ayuntamiento a partir de ahora

Una media de 170.000 personas visitan Barcelona cada día y cada uno gasta una media de 91,7 euros cada día en la ciudad. Reducir este número de visitantes y aumentar este gasto medio, para haber elegido y no imponer el turismo, es la apuesta ambiciosa de Jaume Collboni.