Estos franceses de Barcelona frustrados por pasar sus vacaciones “en el campo” en Francia
Pasar las vacaciones en Francia, en familia o en otro lugar bajo el sol, es el dilema de los franceses en Barcelona. Entre limitaciones financieras, distancias y expectativas familiares, esta elección genera su parte de frustración para los expatriados.
Para los franceses expatriados en Barcelona, el verano es sinónimo de dilema. Por un lado, las ganas de disfrutar de las largas tardes de verano en su ciudad natal o en algún destino en el fin del mundo. Por otro, el deber familiar que les empuja a regresar a Francia. Por eso, cada verano, la misma pregunta vuelve a rondarles por la cabeza: entre la nostalgia de la familia y el deseo de seguir disfrutando del sol catalán o de ir a otro lugar, la elección es difícil.
Anne, originaria de Burdeos, está expatriada en Barcelona, casada con un italiano y tiene familia en París y Suiza. Baste decir que toda esta hermosa gente está muy dispersa. , explica esta madre de gemelos de 6 años.
Regresan a la famosa región vinícola cada año para visitar a la familia, mientras que los abuelos de los niños vienen a Barcelona una o dos veces al año.
Vacaciones en Francia, no siempre relajantes
Muchos franceses que viven en la capital catalana comparten este sentimiento de frustración por pasar sus vacaciones en Francia. Lejos de sus playas favoritas y de su ambiente cosmopolita, se enfrentan a las realidades de la vida en provincias… o al estrés de una capital que abandonaron para buscar una vida mejor en España. Es el caso de Alexandra, expatriada en Barcelona desde hace cinco años, pero que regresa a París dos veces al año para reunirse con su familia… Un momento que siempre anticipa con gran aprensión.
se lamenta.
Los motivos que empujan a los franceses expatriados en Barcelona a regresar a Francia para sus vacaciones son múltiples. Los vínculos familiares, el peso de las tradiciones y obligaciones sociales y las consideraciones financieras influyen. Si la llamada del Mediterráneo es fuerte, a menudo acaba prevaleciendo la necesidad de encontrar las propias raíces y compartir momentos preciosos con los seres queridos.
La culpa de no volver con la familia
Silvia, española expatriada en Francia, vive la situación del espejo y regresa a España para pasar sus vacaciones. Es la misma pelea. , ella explica. A este tema también dedicó el episodio 55 de su podcast, ProfeOlé.
A esto se suma un sentimiento de culpa si optamos por no regresar a casa para nuestras vacaciones. , ella dice.
Alexandra también sufre este sentimiento de culpa, pero hacia su abuela, que vive en Serbia, de donde proviene su familia. Sin embargo, no siempre puede regresar allí por motivos económicos. A buen entendedor…
