Los 10 pueblos más bonitos de España

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La Península Ibérica está llena de pueblos pintorescos que combinan encanto y tranquilidad. Equinox te trae la lista de los 10 pueblos más bonitos de España.

Pals (Cataluña)

Enclavado sobre una colina, Pals es un pueblo con una oda a la historia medieval. Merece la pena visitar su centro histórico de estilo gótico y sus calles empedradas bordeadas de mansiones nobles. Los visitantes acuden durante todo el año para admirar la Torre des les Hores, una construcción románica erigida entre los siglos XI y XIII. Se construyó a petición del rey franco Eudes en el año 889 y jugó un papel importante durante varios conflictos históricos. Otro punto turístico del pueblo: el Museo de Arqueología Subacuática, ubicado en un edificio del siglo XV. Por último, Pals se beneficia de su proximidad a las hermosas playas del mar Mediterráneo. Suficiente para organizar un viaje para nadar y broncearse.

Frigiliana (Andalucía)

Situada en la provincia de Málaga, Frigiliana es un lugar de visita obligada para los amantes de la cultura. La ciudad también destaca por sus pintorescas calles adoquinadas, pero también por sus brillantes edificios blancos decorados con flores de colores. Este encanto innegable se ve magnificado por un panorama selecto. Y con razón, en Frigiliana es posible deleitarse tanto con el terreno montañoso como con el mar Mediterráneo.

Santillana del Mar (Cantabria)

Santillana del Mar es conocido por ser uno de los pueblos más bonitos de España. Un título que se le debe gracias a su rico patrimonio que combina iglesias, palacios renacentistas y casonas barrocas. Pasear por este pueblo es como hacer un viaje en el tiempo, observando construcciones que datan de los siglos XIV al XVII, pero sobre todo descubriendo el arte románico. Santillana del Mar destaca gracias a una de sus joyas del románico: la Colegiata de Santa Julián. Que conste que esta localidad era una parada clave para los peregrinos que se dirigían hacia Santiago de Compostela.

Morella (Comunidad Valenciana)

Este pueblo es también una perla de la época medieval gracias a su excepcional estilo gótico y su gran fortaleza que data del siglo X. Los visitantes ávidos de historias medievales pueden admirar un impresionante castillo, legado de la dinastía árabe omeya. Esta joya es testigo de la evolución estilística e histórica de la ciudad. De hecho, su arquitectura, distribuida en tres niveles, ofrece a los curiosos un paseo impresionante. Así podrán visitar las torres, las murallas defensivas y la torre del homenaje. El pueblo también conserva restos de murallas que acentúan el ambiente medieval.

Albarracín (Aragón)

Este pueblo medieval fue la capital del Reino de Taifa. Además, su centro histórico ha sido declarado “Bien de Interés Cultural”. Un desvío hacia Albarracín es para admirar el palacio episcopal Dolz del Espejo y especialmente la fortaleza de este pueblo. Fue construido entre los siglos X y XI y tiene una gran influencia islámica. Posteriormente el edificio fue reformado por los nobles cristianos y los reyes de Aragón. Desde el nivel del castillo, se ofrece a los turistas una vista impresionante del parque nacional de los Montes Universales y de los ríos Guadalaviar.

Deiá (Mallorca)

Enclavada en plena Sierra de Tramuntana, Deià es uno de los símbolos de la isla de Mallorca. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este pintoresco pueblo, con sus 850 habitantes, ofrece un entorno idílico entre mar y montaña. Su tranquilidad y sus extraordinarias panorámicas del Mediterráneo han hecho de este lugar una fuente de inspiración para muchos artistas. Como era de esperar, la ciudad tiene una rica historia y una arquitectura tradicional, sobre todo gracias a la iglesia de San Juan Bautista o la casa museo del escritor Robert Graves.

Ronda (Andalucía)

Es el destino ideal para ganar altura. Ubicada a cientos de metros sobre el nivel del mar, en lo alto de un desfiladero, Ronda es una verdadera alianza de historia, cultura y belleza natural que mezcla los estilos gótico, barroco y árabe. Entre sus lugares de visita obligada, el impresionante Puente Nuevo. Es un majestuoso puente que salva el desfiladero del Tajo. También se encuentran el Palacio de Mondragón y la iglesia de Santa María la Mayor, que permiten adentrarse en el pasado de este singular pueblo.

Aínsa (Aragón)

Pintoresco y lleno de historia. Así podemos describir el pueblo medieval de Aísa. Este centro de la historia medieval fue importante durante la Reconquista en el siglo VIII. A partir de ahora, las personas que quieran conocer y comprender la biodiversidad local encontrarán en esta localidad aragonesa lo que buscan. El castillo alberga el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica y el centro de información del Geoparque de Sobrarbe y Pirineos es un filón para los amantes de la cultura medioambiental.

Olvera (Andalucía)

Otra perla andaluza más, Olvera es un pueblo encaramado sobre los relieves de la Sierra de Cádiz. El estilo árabe se manifiesta allí y, con razón, vale la pena visitar su castillo árabe del siglo XII y atrae a muchos curiosos cada año. Varias joyas arquitectónicas se alzan orgullosas en lo alto del pueblo, como la iglesia neoclásica de Nuestra Señora de la Encarnación o sus casas encaladas y balcones floridos.

Buitrago del Lozoya (Madrid)

Impresionantes fortificaciones, iglesia gótico-mudéjar, museo Picasso. Una vez más, la historia y la cultura medievales van de la mano. Esta perla enclavada en la Sierra Norte de Madrid está llena de influencia árabe-musulmana como lo demuestran las murallas de casi 800 metros de largo erigidas bajo Abderramán III. En su interior también se encuentran muchas joyas como la iglesia de Santa María del Castillo y su imponente campanario, pero también el museo Picasso. ¡En este lugar se exhiben perlas raras y poco conocidas del artista!