liceo francés de barcelona

Los verdaderos orígenes del Lycée Français de Barcelona

Una leyenda dice que el Lycée Français de Barcelona fue fundado en 1924. Otra versión afirma que fue fundado en 1942. La realidad es mucho más compleja, porque ambas afirmaciones tienen un elemento de verdad. Para entender los hechos hay que remontarse al año 1921. Una mirada retrospectiva a los orígenes del principal establecimiento francés en Barcelona.

En 1921, Francia abrió un Instituto Cultural en Barcelona (el actual Instituto Francés de Barcelona) para organizar conferencias sobre la ciencia y la cultura francesas. La apertura de este establecimiento se enmarca en una estrategia de rivalidad con los alemanes de Barcelona, ​​generosamente financiada por la nueva República de Weimar, que compensó, con una ambiciosa política cultural de influencia, su derrota militar de 1918. Barcelona era entonces el terreno de una feroz batalla cultural entre los dos países que quieren seducir a las élites intelectuales y científicas catalanas para penetrar mejor en el entorno político local.

Un asentamiento informal creado en 1924.

El gobierno de la comunidad francesa de Barcelona, ​​apodada General, ve en la creación del Instituto, formado por profesores universitarios, la oportunidad de crear un embrión de colegio francés. De hecho, desde 1894, la General ha intentado organizar cursos para niños mayores de 12 años. Pasada esta edad, los hijos de la burguesía deben continuar su educación ya sea en el Colegio Marista Francés de Barcelona, ​​caro y católico, o en un internado de Perpiñán.

Fue así como, en 1924, el General decidió crear un “curso secundario”, financiado íntegramente por franceses de Barcelona. Para garantizar la captación de estudiantes, el mismo año se crean cursos de 7º grado (actual CM2). Asimismo, se firma un convenio, cuyos detalles se pierden, con los maristas, quienes se comprometen a cerrar las puertas de su establecimiento y trasladar a sus alumnos a este nuevo proyecto. El nuevo establecimiento no tiene entonces legalidad, ni en Francia ni en España.

Legalización de 1930

El establecimiento abre sus puertas con 17 alumnos. Con el paso de los años, se agregan nuevas clases. En 1927 tenía 69 estudiantes; 83 estudiantes en 1928; 91 en 1930, y 112 en 1931. Aunque estas cifras son modestas comparadas con los 1.000 alumnos de las Escuelas Francesas (actual Escuela Lesseps), representan la crème de la crème de la comunidad francesa en Barcelona. Poco a poco van surgiendo clases de jardín de infantes, secundaria y bachillerato. La segunda promoción se abrió en octubre de 1927. Los primeros alumnos cursaron el bachillerato en 1929 en Toulouse, y los exámenes de bachillerato se organizaron por primera vez en el mismo recinto en 1932.

Con su consolidación, el establecimiento adquirió en 1927 una administración y una dirección distintas a las del Instituto. Sin embargo, su nombre cambia constantemente; a veces llamados «cursos secundarios», «colegio» o «instituto secundario». En cuanto a su legalización, no fue hasta 1930 que el General decidió incluir el establecimiento en sus estatutos. Al año siguiente, el establecimiento se amplió abriendo una escuela comercial para alumnos mayores de 14 años. En 1932, la matrícula alcanzaba alrededor de 180 estudiantes, y alrededor de 1935, este número aumentó a 200 estudiantes. También fue en esta fecha cuando apareció por primera vez el título de “Liceo Francés”, pero el gobierno francés no lo reconoció.

Los orígenes del mito.

En 1936 estalló la Guerra Civil Española y supuso una reducción considerable de las actividades del establecimiento, que sólo logró mantener una actividad irregular. El director del Instituto está entonces obligado a combinar su función con la de director del Lycée. Al final de la guerra civil, en 1939, el geógrafo Pierre Deffontaines se encargó de reorganizar los dos establecimientos. Gracias a sus esfuerzos consiguió que el colegio lleve oficialmente el título de “Lycée français”. Deffontaines se convirtió así en el primer director reconocido por el gobierno francés.

liceo francés de barcelona

Bajo su dirección, el Liceo y el Instituto experimentaron un éxito importante, lo que complicó su gestión por parte de una sola persona. En 1942, Deffontaines decidió delegar las responsabilidades de director en uno de sus profesores: André Dravet. Este último dejó una huella duradera en la historia del establecimiento al dirigirlo durante 21 años. Su influencia fue tal que la fecha de su toma de posesión se mantuvo como punto de partida oficial del Lycée, dando lugar a la idea de que el Lycée habría sido fundado en 1942. Sin embargo, André Dravet no actuaba entonces sólo “como director”. durante estos primeros años, y sólo después de la Segunda Guerra Mundial, por razones aún por aclarar, fue nombrado oficialmente director del Lycée.

¿Qué fecha se debe elegir para simbolizar el evento? El primer error es considerar que una fecha puede constituir un acontecimiento en sí misma. En realidad, un acontecimiento es ante todo fruto de una historia y, por tanto, una construcción de la mente. Un evento no es un hecho en bruto, es lo que hacemos con él. Poco importa si situamos el “big bang” del Liceo Francés de Barcelona en 1924, 1930, 1942. Siempre hay un origen para los orígenes. Lo que importa es que la narrativa que lo rodea se base en la verdad científica, que por naturaleza siempre está en constante cambio, porque la investigación es un proceso continuo.


La historia de los franceses en Barcelona

El historiador Guillaume Horn, autor de este artículo, dirigió la investigación y redacción de la obra LOS FRANCESES DE BARCELONA, SOMBRAS Y LUCES – DEL SIGLO XV AL XX.

El libro todavía está disponible y si se compra en la librería francesa Jaimes de Barcelona, ​​toda la recaudación se donará a Charity. Información y pedidos en la web de la librería.

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