Salir a la Barceloneta: gusto por el riesgo
Entre Shôko, Opium y Pacha, el paseo marítimo de Barcelona está bien abastecido de discotecas, pero no gozan de buena reputación. Especialmente entre las mujeres, las primeras víctimas de esta zona de riesgo.
… La reputación de la Barceloneta y sus clubes está bien establecida para las francesas entrevistadas. Shôko, Pasha y Opium –entre otros– son, en opinión de la mayoría de las mujeres, una trampa que hay que evitar por completo. Los culpables son los turistas borrachos, los daños en la playa y la violencia generalizada en la zona.
En 2019 en Cataluña una de cada 10 agresiones sexuales tuvo lugar en un bar o discoteca. Sin embargo, Barcelona había puesto todo en marcha para proteger a sus ciudadanos, en particular con el protocolo No Callem, iniciado en 2018. Este sistema tiene como objetivo proteger a las mujeres víctimas, formar al personal del ocio nocturno e informar sobre posibles agresiones. Está claro que esto no fue suficiente. En 2023, todavía en Pacha, un hombre fue sorprendido violando a una joven en los baños del club. Recibirá seis años de prisión y una multa de 10.000 euros.
Todas las francesas entrevistadas están de acuerdo: generalmente evitan ir allí. El motivo es la población que acude allí, según Lucie, residente en Barcelona desde hace 10 años. Una opinión compartida por Magali, que vive en Vila Olimpica: “. “Son estos grupos de turistas borrachos”, continúa el belga, que sólo se tranquiliza al pasar por estos establecimientos en bicicleta. Una desgana comprensible para Lucie, que cree que esta desconfianza está alimentada por los medios de comunicación y las noticias que allí ocurren.
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La treintañera de Dijon dejó de frecuentar estos clubes hace mucho tiempo: testifica.
De hecho, este rincón de Barcelona es muy conocido por sus peligros, que no sólo van dirigidos a las mujeres. En 2023, la Barceloneta fue el distrito de la capital condal donde más denuncias se registraron, según un atestado policial. Es más, la gran mayoría de ellos tuvieron lugar por la noche, entre las 22.00 y las 6.00 horas. Es difícil no establecer el vínculo con las discotecas que se han instalado allí.
Ya sea dentro o alrededor de estos clubes, parece que la violencia es habitual en esta zona, a pesar de los aparentes esfuerzos del ayuntamiento para frenar el fenómeno. Una observación compartida por Magali que, sin embargo, no está de acuerdo con el plan del ayuntamiento de trasladar las cajas a la periferia: